La ajustada oferta de espacio de almacenamiento está llevando a muchos operadores a explorar nuevas vías para sacar el máximo partido a sus almacenes.
El comercio electrónico se encuentra inmerso en un gran momento, aupado inicialmente por la crisis sanitaria. Un estudio de Gartner señala que el e-commerce seguirá creciendo hasta 2026, al menos, a un ritmo de un 22% anual.
En un contexto de franco crecimiento para un segmento de actividad con unas necesidades logísticas muy concretas, crece también la demanda de instalaciones adecuadas para gestionarlas.
Sin embargo, no todos pueden asumir el reto económico y operativo que supone traspasar la logística a una nueva infraestructura. Y, aquellos que pueden, se enfrentan a un reto coyuntural: no hay suelo suficiente.
Según Savills Aguirre Newman, en cuestión de tres años, Europa necesitará hasta 8,6 millones de metros cuadrados adicionales para atender la demanda solo de las empresas paqueteras.
Frente a este panorama, cobra peso la idea de aplicar medidas que permitan optimizar el espacio disponible.
¿Por dónde empezar?
El primer paso para poner en marcha la optimización del espacio del almacén es, precisamente, calcular el espacio del que se dispone. Para ello, es clave recordar que no todas las partes de la nave tendrán la misma altura, por lo que estudiar las áreas y formas al detalle pueden ayudar a descubrir un potencial de almacenamiento hasta ahora oculto.
El siguiente foco está en el plano vertical. Según las prácticas habituales, la holgura entre mercancía y la parte superior de las estanterías debería oscilar entre los 75 y 140 mm. Sin embargo, muchas veces hay más espacio ahí.
Si es así, probablemente se pueda ganar algo de espacio de almacenamiento vertical adicional asegurándose de que los operadores de montacargas tengan precisamente, y solo, el espacio que necesitan para guardar y recoger con seguridad.
Un poco más arriba
El siguiente paso, siguiendo la premisa anterior, sería agregar más altura vertical si se tiene el presupuesto, la autorización y el visto bueno de las autoridades.
Para ello, puede considerarse la expansión del sistema de almacenamiento del almacén en altura – siempre que no se infrinjan los códigos y normativas de construcción-. Los sistemas de estanterías de almacén más altos y los entrepisos transitables pueden dar una nueva vida a una instalación, mucho antes de que se comience a considerar la mudanza a otra nave.
La importancia del tamaño
Llega el momento de pensar en las cajas, palets y contenedores que se encuentran en los estantes del almacén. ¿Son del tamaño adecuado para los artículos que contiene?
No existe una solución única para los contenedores de productos en los almacenes. Por ello, es imprescindible mirar alrededor hasta que se encuentre la solución que mejor se ajuste entre el producto y las estanterías circundantes.
Del mismo modo, es posible que se esté desperdiciando espacio almacenando artículos más pequeños en áreas del almacén diseñadas para productos más grandes, voluminosos o pesados. Por ello, durante la optimización del almacén, es necesario desarrollar un enfoque biblioteca: que todas las mercancías pequeñas estén en un mismo espacio, evitando que se junten y pierdan con las de mayor tamaño.
Tener en cuenta la rotación y el tráfico
A veces, es necesario observar la velocidad del producto para liberar espacio valioso en el almacén. Como dice el famoso principio, el 80% de la actividad en un almacén proviene del 20% de los productos. Para aumentar el espacio, es importante reubicar los productos de rápido movimiento al frente.
Es clave revisar el sistema de gestión de almacenes y los informes que estos arrojan. Gracias a ellos, se puede liquidar la mercancía estancada o trasladarla a un almacenamiento a largo plazo, cediendo el espacio productivo a otros propósitos de mayor valor.
Así mismo, al igual que sucede con la altura de las estanterías, puede revisarse la optimización del espacio horizontal. Si es factible y seguro, se pueden estrechar los pasillos, ampliando la cantidad de espacio para trabajar.
Diseñar o rediseñar un espacio de almacén también implica reestructurar el entorno interno, incluidos los patrones de viaje y los flujos de trabajo. Este factor es el motivo por el cual es una buena idea comprender la utilización del espacio en los almacenes, así como saber cómo calcularlo y por qué marcar el nivel de utilización correcto es excelente para aumentar el espacio y la productividad.
Resolver los dolores de cabeza cotidianos
En última instancia, aplicar estas soluciones, de forma parcial o integral, puede solucionar muchos de los obstáculos habituales a los que día a día se enfrentan propietarios e inquilinos de almacenes.