En la era digital, la logística ha experimentado una metamorfosis impulsada por los avances tecnológicos. Uno de los elementos clave que ha revolucionado la eficiencia en la cadena de suministro es el reconocimiento óptico de caracteres – OCR, por sus siglas en inglés -, un concepto que se remonta al siglo XIX, aunque no fue hasta 1950 que una gran multinacional estadounidense adquirió la patente.
Este sistema inteligente de procesamiento de imágenes ha dejado una huella significativa al automatizar la conversión de datos impresos y escritos a formato digital. Pero ¿cómo el OCR está transformando la forma en que las empresas gestionan sus operaciones diarias?
¿Por qué es importante?
El reconocimiento óptico de caracteres es el proceso por el cual se convierte una imagen de texto en un formato que puedan leer las máquinas. Por ejemplo, al escanear un recibo, el ordenador guarda la información analizada como un archivo de imagen. El inconveniente es que un editor de texto no es compatible para modificar el contenido del archivo, sin embargo, sí se puede utilizar el OCR para convertir la imagen en un documento de texto.
Este proceso de conversión se lleva a cabo para facilitar la gestión y almacenamiento de documentos impresos, ya que, pese a que su digitalización suponga otros costes y desafíos, supera a la intervención manual, al ser esta lenta y tediosa.
La digitalización del contenido de estos documentos crea archivos de imagen con el texto oculto, las cuales no se pueden procesar de la misma manera que con un software para los documentos de texto. La tecnología OCR resuelve el problema mediante la conversión de imágenes de texto en datos de texto que pueden ser analizados por otro software empresarial. Entonces puede utilizarlos para llevar a cabo análisis, optimizar operaciones, automatizar procesos y mejorar la productividad.
Estos sistemas combinan la tecnología del hardware, como un escáner óptico, que se usa para copiar o leer un texto; y el software, que maneja el procesamiento avanzado. Asimismo, puede aprovechar la IA para implementar métodos más avanzados de reconocimiento inteligente de caracteres (ICR), como identificar idiomas o escrituras a mano.
¿Cómo funciona?
Todo empieza por usar un escáner para procesar un documento. Una vez copiadas todas las páginas, el software OCR convierte el documento en una versión de dos colores o blanco y negro. La imagen escaneada se analiza clasificando las áreas oscuras como los caracteres a reconocer, y las claras como el fondo. Las áreas oscuras se procesan en profundidad para encontrar letras o dígitos numéricos.
En el proceso previo al escaneo, el sistema limpia la imagen y elimina los errores mediante técnicas de limpieza: enderezar la imagen para la alineación, eliminar manchas o suavizar bordes y limpieza de las líneas de esta.
Los programas de OCR pueden variar en las técnicas empleadas para la lectura, pero generalmente apuntan a una palabra o bloque de texto a la vez. Los caracteres se identifican utilizando uno de los algoritmos siguientes:
- Coincidencia de patrones. Los programas OCR aíslan una imagen, llamada glifo, y la compara con otra almacenada de forma similar. El reconocimiento de patrones es posible solo si el glifo almacenado tiene una fuente y escala similares al de entrada.
- Detección de características. Tras el análisis, el sistema reconoce los caracteres en el documento escaneado y lo convierte en un archivo computarizado. Los programas aplican reglas a una letra o número específicos. Estas características podrían incluir la cantidad de líneas cruzadas o curvas.
¿Qué beneficios aporta el OCR a la logística?
Como alternativa a la gestión tradicional de los documentos, las empresas de logística utilizan el OCR para rastrear etiquetas de paquetes, facturas o recibos de manera más eficiente. La entrada manual de estos archivos comerciales demanda mucho tiempo y es más propensa a sufrir errores, por eso son muy notables los beneficios que aporta esta herramienta de vanguardia a la logística.
Ayudando a las sociedades a conseguir mayor productividad al poder recuperar los datos fácilmente cuando se necesiten, el tiempo y esfuerzo empleado en la extracción de éstos puede dedicarse a otras actividades mucho más relevantes.
Este aumento de la productividad viene acompañado de una reducción de gastos, sobre todo los asociados al extravío de documentos, y da paso a una ampliación del espacio de almacenamiento, algo que gracias a la digitalización también es posible, facilitando la acumulación de un gran volumen de información sin necesidad de mantener los archivos físicos. Además, la seguridad es fundamental en este tipo de operaciones. Para ello, se puede limitar el acceso a los documentos digitales para evitar el mal uso de la información.
Todos los avances tecnológicos realizados en las cadenas de suministro buscan la satisfacción del cliente. Así, el reconocimiento óptico de caracteres (OCR) se presenta como una herramienta indispensable en la logística. La digitalización de documentos físicos y la extracción automática de información optimiza los flujos de trabajo agilizando los procesos de las cadenas de suministro.
A medida que la industria evoluciona hacia entornos digitales, el trabajo de los operarios y trabajadores se facilita gracias a la irrupción de dispositivos móviles que brindan flexibilidad en entornos dinámicos.