La tecnología RFID y su aportación en la logística 4.0

Un sistema que ha marcado la diferencia en el sector, pues se ha convertido en la solución ideal para que la cadena de suministro sea más, rápida, sencilla, eficiente y competitiva.

El valor que aporta el uso de la tecnología RFID en la logística, la ha convertido en una aliada fundamental para convertir al sector en 4.0 y ayudarlo a elevarse a la altura del mercado actual, cada vez más exigente. En primer lugar, antes de profundizar en las ventajas y componentes de esta tecnología, repasaremos el concepto y su origen.

Qué es la tan extendida tecnología RFID

Esta tecnología de Radio-Frequency Identification es una herramienta clave que, como su nombre indica, está basada en la identificación mediante radiofrecuencia, comparable al sistema de código de barras. La RFID, ya usada en muchos sectores, no es una tecnología nueva. 

En los años 20 del siglo pasado, esta tecnología ya fue desarrollada por la escuela MIT Sloan situada en Estados Unidos. Inicialmente se utilizó, primeramente, con fines militares en la Segunda Guerra Mundial. 

Recientemente, es cuando la tecnología RFID se ha empezado a aplicar a todo tipo de objetos y en todo tipo de industrias, incluida la logística. Una de las características esenciales de esta tecnología está basada en un sistema de tarjetas y lectores. 

La principal ventaja de la RFID es que, al contrario de otros sistemas, el lector puede leer las tarjetas o códigos a largas distancias, sin que sea necesario que entren en contacto físicamente. 

Las ventajas clave que aporta la tecnología RFID

  1. Ahorrar costes y tiempos: la fácil y rápida lectura, identificación y clasificación de la mercancía etiquetada, hace que los bultos vayan a lo largo de la cadena de suministro sin atascos. Por tanto, logra aumentar la eficacia de los procesos y reducir los costes causados por los retrasos y fallos. 
  2. Lograr una trazabilidad total: la tecnología RFID es la solución ideal para llevar a cabo el seguimiento y trazabilidad de todo tipo de mercancías. 
  3. Mayor seguridad: este sistema, es perfecto si nuestro objetivo es garantizar la seguridad del transporte de los productos o su estado en el almacén. Es muy útil para evitar el robo de la mercancía. 
  4. Minimizar los errores humanos: al automatizar la lectura, identificación y clasificación, los errores humanos se reducen a cero. 
  5. Evitar las falsificaciones en el etiquetado: gracias a este sistema, es casi imposible falsificar las etiquetas y la gran cantidad de información que son capaces de almacenar. 

Qué elementos necesita para implantarse la solución RFID:

  • Un lector/antena: Si no podemos acceder a la información almacenada en las etiquetas RFID. Contar con una antena y un lector son esenciales para poder llegar a la información que guarda esta tecnología. 
  • Un ordenador y una red: Los datos que son recibidos por la antena y el lector, requieren de un ordenador para ser interpretados. Esto es necesario pues, la información recogida a través de la etiqueta, vienen en un lenguaje que no es legible.
  • Una impresora de codificación: Si la solución de etiquetado requiere el uso de etiquetas al uso, es necesario contar con una impresora de codificación.  
  • Y, por supuesto, un software: Este es el último eslabón para implementar la solución. El software incluye un middleware, cuya función es cerrar las brechas producidas entre varios sistemas, para que la tecnología RFID pueda integrarse a la medida de cada operativa.

Tres tipos de dispositivos RFID

Elegir el dispositivo más adecuado para tu operativa, es esencial para beneficiarse de todas las ventajas de esta tecnología. Podemos dividir los dispositivos RFID entre receptores y emisores. Estos últimos, a su vez, se clasifican en 3 tipos diferentes: 

  • Emisores activos: estos dispositivos, cuentan con una batería que le suministra energía a la antena y al circuito integrado. 
  • Emisores pasivos: en este caso, el dispositivo no requiere de una batería, pero sí de una antena que genera la energía que necesita para activar el circuito cerrado. Los pasivos son la tipología más sencilla y económica y, también, suelen encontrarse en forma de llaveros, pegatinas o pulseras. 
  • Emisiones semi-pasivos: este último dispositivo RFID, también dispone de una batería, pero únicamente suministra energía al circuito integrado. 

En definitiva, el RFID y los beneficios que aporta a la logística, ayudarán a sector a satisfacer las necesidades que exige el mercado 4.0 y continuar creciendo eficazmente. 

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