El uso de la Inteligencia Artificial ha aumentado casi un 12%. ¿Será la clave de la mejora continua?

La logística es un sector en pleno apogeo. En estos tres primeros meses de 2023 ya hemos podido ver un aumento del 4% en su actividad, dato que no puede dejarnos indiferentes.

Debido a la importancia de esta industria en la economía, se vuelve crucial encontrar nuevas formas de innovación para que la actividad se ajuste a las necesidades de los nuevos paradigmas sociales y de consumo.

Una forma de traer esta innovación al sector, sin duda, es la tecnología. Esta herramienta ya puede verse aplicada en muchas empresas españolas. Por ejemplo, el informe de Uso de inteligencia artificial y Big Data en las empresas españolas de ONTSI, refleja que se ha percibido un aumento del 11,8% en empleo de la Inteligencia Artificial en las operativas de las compañías, mientras que el uso del Big Data también ha incrementado un 13,9%.

Para seguir el ritmo de la industria, es necesario establecer una mejora continua, que optimice todas las áreas logísticas para que esta tendencia no fluctúe a la baja.

¿Qué es la mejora continua?

Podemos definir esta técnica como el conjunto de estrategias empleadas para lograr por objetivo optimizar y perfeccionar los procedimientos, productos o servicios. Esto se realiza mediante la implementación de pequeños ajustes a través del análisis de datos y de las operativas.

El fin de la mejora continua es aumentar el rendimiento y calidad de los procesos, estudiando los elementos que intervienen en ellos. Así, se busca conseguir una mayor eficiencia en la empresa con cambios continuos que dinamizan la actividad que desarrolla.

Podríamos entenderlo, también, como una radiografía de la compañía donde se examinan las oportunidades de mejora y los fallos que tienen lugar en cada área para ponerles remedio y optimizar la cadena.

El secreto del éxito de la mejor continua es implementarla en todos los departamentos de un negocio, para que el conjunto final se vea mejorado en todos sus aspectos. Es por esto, que se deben tener claras las metodologías que se utilizarán para cada área y hacerlo de forma sistemática y continuada.

Pasos para aplicar la mejora continua

Existen cuatro pasos generales que debemos tener en cuenta para insertar la mejora continua en el desempeño de una empresa:

  1. Definir los procedimientos empleados en nuestra compañía. Para ello, debemos identificar mediante indicadores cuál es la situación real del negocio y, en contraposición, cuál sería el rendimiento ideal para él.
  2. Analizar los resultados obtenidos. Una vez realizado el informe, tenemos que determinar cuáles son los puntos más críticos y débiles en nuestra actividad. Esto nos permitirá poner el foco sobre ellos y reducir los fallos más comunes.
  3. Desarrollar un plan de acción. Se trata de poner en práctica el paso anterior, estableciendo una ruta por la que moverse en el que se determine qué acciones se usarán, de qué forma y con qué recursos.
  4. Revisar el cumplimiento del informe y las previsiones. Efectuados los cambios y mejoras, tenemos que ser constantes y verificar que los procesos funcionan correctamente. Así, podremos saber si los objetivos se están cumpliendo o si es necesario modificar el método elegido para cada área.

Beneficios de implantar la mejora continua

Implantar la mejora continua en el ADN de una empresa puede cambiar todo el rendimiento de la actividad y suponer una ventaja competitiva frente a otros negocios. Por ejemplo, en el sector logístico son múltiples las ventajas que aporta:

  • Garantizar que el producto o servicio tendrá la mayor calidad posible. Cuando introducimos la mejora continua en las operativas logísticas, optimizamos la producción, el servicio y la experiencia del consumidor. Esto permite ajustarse de forma más eficaz y sencilla a las demandas, suministrando un servicio de mayor calidad y satisfacción para los clientes.
  • Reducir los gastos logísticos. Al conocer la situación real de la empresa, puedes disponer de un análisis detallado de las existencias que se poseen y cuáles son realmente las necesarias, seleccionando los puntos en los que invertir o priorizar los costes.
  • Optimizar toda la cadena y sus procesos. Como se ha ido mencionando, esto produce movimientos más eficientes, el abaratamiento de las operativas y una mayor rentabilidad para la compañía.
  • Aumentar de los beneficios. Si los consumidores están más satisfechos con los productos y servicios suministrados, las ventas aumentarán, así como las recomendaciones de los mismos.
  • Mayor productividad en los empleados. Tener procesos más ágiles y sencillos motiva a los trabajadores en sus tareas, volviendo la cadena una labor menos estresante y más efectiva.

La mejora continua a través de la tecnología

La mejora continua es una garantía de competitividad y no hay mejor aliada que la tecnología para ponerla en marcha. Las nuevas herramientas de las que disponemos están revolucionando las dinámicas del sector y es por ello que, en este caso, tampoco podemos dejarlas atrás.

De esta manera, la tecnología juega un papel clave en la mejora continua, ayudando a conseguir la optimización de los recursos, mejorando los tiempos de ejecución de las labores y ofreciendo una mayor calidad en los servicios y productos dispensados.

Como consecuencia, obtendremos a clientes más satisfechos, alcanzando la calidad y excelencia que harán de tu negocio la diferencia. Solo con las últimas tecnologías podremos seguir el ritmo pautado y posicionarnos como líderes en nuestro ámbito.

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